Capilla del Monte tiene una energía especial. No solo por el mítico Cerro Uritorco o la conexión espiritual que tantos vienen a buscar, sino también por esos momentos inesperados que parecen sacados de otro mundo. Hoy quiero compartir uno de ellos: el atardecer más increíble que he visto hasta ahora.
Estaba caminando cerca del centro cuando el cielo comenzó a teñirse de naranja y fuego. Me detuve un momento, giré la cabeza y me encontré con un espectáculo de luz que parecía sacado de una pintura. Las nubes ardían —no literalmente, claro— pero ese color… era como si el cielo entero estuviera encendido.
La luz bañaba todo: los árboles, las casas, las montañas a lo lejos. No pude evitar sacar el móvil y capturar el momento. Pero como siempre, las fotos no hacen justicia a lo que uno siente estando ahí.
Ese atardecer me recordó por qué estoy acá, en Capilla. A veces uno viene buscando algo —tranquilidad, inspiración, respuestas— y la naturaleza te responde sin decir una sola palabra.
📍 Si algún día venís a Capilla del Monte, regalate el tiempo de ver un atardecer en silencio. No hace falta ir muy lejos. A veces, lo más mágico está justo a la vuelta de la esquina.